Contabilidade Criativa nos EUA
MARTÍN BURBRIDGE Buenos Aires
El Cronista Comercial – 16/4/2009 – 018
Wells Fargo inauguró la era de la “contabilidad creativa” en la que las entidades se benefician con un esquema más flexible para valuar activos caídos en desgracia. Por eso, mostrarían ganancias
Con la eliminación del mark-to-market, normativa contable que obligaba a los bancos a registrar sus activos tóxicos a precio de mercado, los balances de las entidades van a mejorar en los próximos meses, con el riesgo de generar nuevas burbujas en los mercados financieros.
Si Wall Street jugara a la quiniela, en los últimos días seguramente habría apostado “a la cabeza” del número 157. Porque acaban de conseguir la reforma de la normativa 157 de la FASB (Financial Accounting Standard Board, que es el organismo que determina las normas contables en EE.UU.), la cual obligaba a los bancos a registrar en sus balances los activos tóxicos a precios de mercado. En un contexto de crisis financiera, el valor de mercado de estos activos era, en palabras del economista francés Jacques Attali, “de cero a menos infinito”. Y esta contabilidad habría sido en parte responsable de que los balances trimestrales de los bancos fueran tan negativos desde principios de la crisis financiera.
Pero como la crisis comienza a pegar coletazos peligrosos en el resto de la economía estadounidense, el gobierno de Obama decidió relajar la normativa para permitir que los activos se valoren con otros criterios más flexibles, algo así como darle la llave de la bodega a un alcohólico. Porque ahora serán los bancos quienes determinarán la valuación de estos activos, lo que les permitirá mejorar sus resultados trimestrales al reducir las pérdidas. El primer efecto de esta contabilidad creativa fueron los resultados presentados por Wells Fargo (ganancia de u$s 3.000 millones en el primer trimestre de 2009). Y el segundo efecto que comienzan a vislumbrar algunos analistas sería el riesgo de alumbrar una nueva burbuja especulativa en el mercado de acciones.
La principal crítica que se le hace a la medida de flexibilizar el mark-to-market es que la reforma contable quita transparencia a los balances bancarios. Son pocos los que se preguntaron cómo hizo el Wells Fargo para alcanzar estos resultados, en un contexto de recesión económica, con los precios de las viviendas un 40% por debajo de sus valores record. Desde el anuncio de los resultados trimestrales, la acción de Wells Fargo creció un 23%, señal de que los operadores prefieren ver la posibilidad de ganancia en el corto plazo, y de paso alimentar un nuevo rally alcista.
Llama la atención que el gobierno estadounidense haya tomado esta medida, sobre todo después de que el mismo Obama declarara hace pocos días atrás que “no podemos volver al statu quo. Tenemos que poner fin a la especulación irresponsable, al crédito de baja calidad, a los bancos excesivamente apalancados y a la ausencia de controles”. Pero a la luz de la política llevada adelante por la Fed de emitir dinero en grandes cantidades para evitar que el consumo y la actividad económica se frenen, esta reforma de la normativa contable va en la misma dirección de enfrentar los problemas del sector financiero sin aplicar cirugía mayor y, en cambio, tratar de que las cosas se vayan acomodando. Al permitir que los bancos dejen de registrar los activos tóxicos al valor de mercado, el objetivo del gobierno es el de desactivar el nerviosismo que todavía persiste en los mercados financieros, que cambie la tendencia a deshacer posiciones en acciones de bancos, que mejore el precio de estas acciones y que las entidades financieras vuelvan a prestar dinero para que la economía estadounidense se recupere de a poco.
El riesgo de esta política es el de generar una nueva burbuja, algo que a la Fed no le preocupa demasiado, si uno mira la política de baja de tasas que ha llevado adelante en los últimos años. Y, por lo que se vio en estos últimos días por parte del Departamento del Tesoro, la prioridad estará puesta en recuperar la economía a toda costa y ‘patear‘ el riesgo de una nueva burbuja para más adelante. Como si fuera la Argentina, después se verá qué hacer cuando estalle (o quién se tendrá que hacer cargo de apagar el incendio).
Fonte: via César Tibúrcio